Durante el último tiempo se ha popularizado esta estafa que pone en riesgo la seguridad y los datos personales de quien busca alojamiento en Madrid. La escalada inflación sumado a la escasez de viviendas disponibles, han hecho aparecer estos alquileres fantasma de los que hay que tener mucho cuidado. ¿Qué recaudos debes considerar? ¡Continúa leyendo!
¿Qué es el ‘alquiler fantasma’?
El alquiler fantasma es una modalidad de estafa por internet. La técnica consiste en poner anuncios de alquiler de pisos o casas inexistentes con el fin de usurpar los datos de la persona interesada.
Por medio de diferentes anuncios en la web, se ofrecen pisos de alquiler a un precio más bajo que la media. Ante la necesidad y la tentación, la gente da clic al enlace y brinda sus datos rápidamente con el fin de no dejar pasar la oportunidad; pero a las pocas horas o días el anuncio desaparece.
Muchas personas en España, principalmente en Madrid, han denunciado varios casos en los que le han brindado datos personales a una empresa que se hacía pasar por otra. De esta forma, suplantan su identidad para quedarse con los datos personales de ellos.
Empresas de Seguros y la Policía Nacional advierten sobre la emergencia de estos grupos de estafadores que usan nuestros datos para realizar fraudes como alquiler pisos a nuestro nombre, realizar compras en internet o incluso blanquear dinero.
¿Cómo evitar el ‘alquiler fantasma’?
Lo principal a la hora de protegerse de este tipo de engaños es estar alerta de anuncios de viviendas sospechosos y desconfiar ante alquileres que parecen interesantes a primera instancia por su calidad, locación o precio por debajo de la media.
También conocida bajo el término de phishing inmobiliario, el alquiler fantasma puede evitarse si das un freno al ver que la empresa que pide tus datos no posee un correo electrónico corporativo; sino que utiliza algún sistema gratuito como pueden serlo Hotmail o Gmail.
Las amenazas cibernéticas en el sector inmobiliario son más comunes de lo que uno cree y por eso también es muy importante comprobar que la vivienda en cuestión realmente se alquila. Así que si puedes visitarla personalmente, pide una cita y no dudes en hacerlo.
Sabemos la urgencia que implica buscar un alquiler ante la escasez en el mercado de buenas oportunidades, pero es prudente considerar todas estas actuaciones previas al alquiler de una vivienda. Incluso para tu protección es fundamental que des tu consentimiento expreso a través de la firma de un documento en el que se respalde el uso de tus datos personales.
Para sentir total seguridad y con el fin de evitar estafas, no dudes en el asesoramiento inmobiliario. Acude siempre a mediadores con buena reputación y de confianza para que puedan orientarte y conseguir la vivienda que buscas en buenos términos.
Cómo alquilar una habitación de forma legal
La Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) es el conjunto de normas legales que rige el derecho inmobiliario y sirve para regular tanto los alquileres de vivienda como los de uso comercial o fines turísticos. Es la que establece las obligaciones, derechos y responsabilidades que tienen el arrendador y el inquilino.
Si bien nació desde 1964, la LAU ha sufrido numerosas actualizaciones siendo las más importantes las de 1995 y la de 2013. Es importante que si no quieres sufrir ningún tipo estafa o verte perjudicado de alguna otra manera, alquiles la vivienda bajo estos parámetros legales para mayor seguridad.
Entre las últimas modificaciones destacadas de la Ley se encuentran la ampliación de los contratos de alquiler de 3 a 5 años, la imposibilidad de aumento de las rentas por encima de lo establecido en el Índice de Precios de Consumo (IPC) y la limitación de la fianza exigible al arrendatario a un máximo de 2 meses.
Debes tener en cuenta que la vigencia del contrato de alquiler, para efectos legales, comienza en el momento de la firma del mismo a menos que se establezca en su texto una fecha de inicio diferente a la de la firma.
Claves para alquilar una habitación con seguridad
Existen algunas claves y consejos muy importantes a seguir a la hora de alquilar una vivienda de forma segura.
Primero, es importante que el contrato cuente con un inventario de bienes que detalle y especifique todo lo que el arrendador le cede al inquilino para su uso en el inmueble. Se debe tomar registro del estado de los muebles, las habitaciones y otros elementos para evitar discrepancias a futuro. En lo posible, también es ideal añadir fotografías de los mismos.
Por otro lado, debes tener bien presentes las cláusulas en un contrato de alquiler que sirven para proteger los intereses tanto como del propietario como del inquilino. Todo contrato debe incluir:
- Datos personales: del arrendador y el arrendatario. En caso de que en la vivienda vaya a vivir más de una persona es conveniente identificarlas.
- Datos del inmueble: dirección completa, dimensiones, accesorios (garage o trastero, por ejemplo) y posibilidad de acceso a zonas comunitarias (piscina, jardín, terraza, etc.)
- Plazos del contrato: fecha de inicio y fin del contrato y plazos para notificar la finalización del contrato de manera anticipada.
- Precio del alquiler: cuánto, cuándo y cómo se va a pagar por la renta. Aquí también se debe especificar si el inquilino se hará cargo o no de otros gastos como facturas, comunidad de vecinos o IBI, entre otros.
- Reparaciones: se debe aclarar quién se hará cargo en caso de desperfectos o diferentes problemas en las instalaciones.
- Condiciones: detallar cuál es el estado de conservación de la vivienda y que se debe entregar en las mismas condiciones en las que éste fue entregado.
- Fianza: por Ley es obligatorio que el propietario reciba al menos un mes de renta en concepto de garantía de alquiler.
Para tu tranquilidad, más allá de todo lo que pueda mencionar o no un contrato, recuerda que la Ley de Arrendamientos Urbanos es la que rige por encima de todo y la que tiene prioridad ante cualquier conflicto que pueda llegar surgir.
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